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Preparando músculo para el interim management de Recursos Humanos

Aunque no está generalizada todavía la figura del Interim Manager, ya es bastante habitual que se incorpore a estos perfiles temporales cualificados en las empresas. Una de las posiciones en las que esto puede suceder es la Dirección de Recursos Humanos.


En mi experiencia en RRHH, como trabajador y cómo interim, hay varias situaciones en las que la empresa considera esta solución. Estas son las más habituales:

  • La pequeña PYME crece y dejan de funcionar las reglas de la comunicación informal que permitían suplir la ausencia de estructura, puestos, controles y operativas de RRHH definidas formalmente. Tal vez no sea preciso tener un departamento de RRHH, pero si definir todo lo necesario para que el equipo de gestión pueda aplicarlo en el día a día.
  • La PYME, con o sin departamento de RRHH, quiere cambiar de modelo de negocio, de filosofía de trabajo o de forma de organización para afrontar nuevos proyectos y/o competir mejor en su mercado, y se encuentra con que carece del conocimiento para hacerlo, o cuenta con él pero no puede dedicar a esta labor de transformación todo el tiempo que requiere.
  • La PYME, con o sin departamento de RRHH, se ha encontrado en un escenario inesperado derivado de un cambio en el mercado, en las demandas del cliente, en el estado de la tecnología y otras situaciones no previstas.

Son muchas estas situaciones no previstas, pero seguramente ninguna tan intensa, tan inesperada y tan generalizada como la generada desde la declaración del estado de alarma.

En estos días tan extraños que nos ha tocado vivir, he visto en las conversaciones con las empresas muchísima incertidumbre y muchas dudas en medio de una avalancha de información legal difícilmente asimilable en tan corto espacio de tiempo.
Ningún Equipo de trabajo será igual después de esto. Será distinto para los que han visto parada su actividad que para los que están obligados a ejercerla o para los que pueden hacerlo porque tienen opción a teletrabajo, pero afectará a todos.
No se puede saber aún hacia donde irán esos cambios de las relaciones de trabajo, pero todo apunta a unas cuantas cosas que, a riesgo de equivocarme, me voy a aventurar a comentar:

  1. Tal vez a las startup tecnológicas se sumen otras nuevas empresas dedicadas a la fabricación de esos productos que ahora mismo ya solo se estaban fabricando en lugares lejanos. 

    Industria sí, pero probablemente industria con valores y formas de trabajar muy alejadas de la filosofía taylorista que acompañó a la revolución industrial. 

    Estas nuevas empresas industriales podrían acabar por contagiar una filosofía nueva al sector industrial tradicional, al que le esta costando mucho alejarse de las estructuras puramente  jerárquicas y formales.

  2. Casi seguro cambiará la percepción del valor que damos a ciertas profesiones y sectores. Y con la percepción social cambiará la forma de las empresas de llegar, tratar y organizar a sus equipos.

    Me refiero al sector sanitario por supuesto, pero también a todo lo relacionado con el cuidado de personas, limpieza o alimentación. Todo esto requerirá de una profunda transformación en los procesos de selección, la organización, la gestión y la remuneración de los equipos en este sector profundamente feminizado.

    Nacerán nuevas empresas y las que existen y han estado trabajando, tendrán que replantarse muchas cuestiones. Algo que venía haciendo falta desde hace tiempo y que supondrá otro gran reto para RRHH.
     
  3. El teletrabajo por sorpresa va a tener consecuencias. Pienso que será para bien en la flexibilidad laboral, pero es importante fijar unas reglas claras y formar a los equipos de trabajo para sacarle partido de verdad. Mucho trabajo para RRHH.

    Porque haciendo horas de cola en el supermercado, con un niño mordiéndote una oreja y tu pareja haciendo gimnasia en habitación de al lado con la música a tope, no se teletrabaja de forma productiva, se sobrevive a las tareas urgentes con suerte. Teletrabajar es otra cosa y este será un buen momento para aprender de verdad. 
     
  4. Muchos directores que lo han pasado fatal con el teletrabajo tendrán que reconducir su forma de liderar, la manera en que definen los objetivos y estructuran a sus Equipos.

De lo que estoy absolutamente segura es de que esta circunstancia ha sido desde el principio, es y será durante mucho tiempo una prueba de fuego para el conjunto de la estructura empresarial, y también de que no se solucionará simplemente esperando a que pase. 
El contacto con mis clientes habituales y también a los que escuche y trate de apoyar en el programa de Interim management solidario de Servitalent en el que estoy participando, me ha mostrado que en el presente esa prueba no solo ha sido económica o productiva, se han puesto a prueba  también humanamente.

Habrá que evaluar daños y ponerse manos a la obra con las soluciones, y, aunque parezca extraño con circunstancias económicas adversas, algunos también recogerán de su Equipo el resultado de haberlo hecho bien. 

Ahora mismo ya me estoy acostumbrando a las quedadas virtuales para el BOE de media noche con colegas del sector, que han sustituido a otras más placenteras delante de un vino o una cerveza en uno de nuestros añorados bares, por poco tiempo espero.
Como han actuado, tratado y explicado a los trabajadores las empresas  la situación, cómo lo están haciendo ahora mismo y como lo hagan al salir de aquí, tendrá consecuencias seguro en eso que llamamos la identidad corporativa, en todos los sentidos, pero eso daría para otro artículo completo.
De momento, mientras teletrabajo todo lo posible, estudio y entreno mi capacidad sabiendo que me va a hacer muchísima falta para la vuelta. Porque es importante hacer gimnasia, pero también nos va a hacer falta aprender todo lo posible sobre gestión en estos nuevos entornos para estar preparados para la labor que queda por delante.

 

Firma: Sara Cepeda (Interim Manager Servitalent)